Un gran escritor pronuncia hoy esta frase en un discurso célebre, en una ciudad célebre y con motivo de haber recibido un célebre galardón; el que le consagra como figura cumbre de la literatura y las letras en español. Probablemente estos detalles sean más que suficientes para deducir de quién se trata, aunque son muchas las frases que nos darán la pista.
Además de su entusiasmo y adoración por los libros, este afamado escritor habla sobre su afecto por España (tal vez comparable al que siente por su propio país de nacimiento, Perú), y no vacila al tratar algunos aspectos políticos como los nacionalismos, el terrorismo o la dictadura. Igualmente, recuerda su conversión del comunismo al liberalismo, así como las diversas ciudades en las que ha residido; donde archiconocidos autores han contribuido en mayor o menor medida a formar parte de su bagaje actual.
Por otro lado, el galardonado con el prestigioso premio comenta diversas cuestiones sobre teatro y afirma que “leer es protestar por las insuficiencias de la vida”. En ese sentido y una vez más, su amor por la literatura queda patente ante todo el auditorio, que se siente afectado cuando el escritor no puede contener las lágrimas al dirigirse a su esposa…
Sin lugar a dudas, la academia sueca de Estocolmo disfruta enormemente con la emoción transmitida por el galardonado y nos presenta a un autor tan sumamente apasionado y comprometido que todo aquel que le escucha parece sentir por su piel… Y es que no duda en abordar temas como el inconformismo, el espíritu crítico, el hábito genial de la lectura y el progreso en sí mismo que se deriva de todo ello.
En definitiva, probablemente haya quedado más que claro a quién me refiero, porque no existe confusión alguna respecto al ganador del Premio Nobel de Literatura 2010; el que asegura que “seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos”. La más sincera y potente de las enhorabuenas a Don Mario Vargas Llosa.