Horacio Verbitsky desentraña, de manera vibrante, tanto los antecedentes, como los hechos, los protagonistas, las causas, las consecuencias y las responsabilidades de aquel enfrentamiento del 20 de junio de 1973 entre diferentes sectores peronistas que derivó en 13 muertes.
Desde el comienzo el periodista cuenta cuales fueron, en su momento, los impedimentos para poder publicar el libro. A partir de allí, traza una breve descripción de lineamientos del texto que siguieron su estela en hechos puntuales de años posteriores al desarrollo del mismo.
El relato de “Ezeiza” se divide en tres partes de acuerdo a un contexto temporal y de la investigación. “Los preparativos” narra el antes de la masacre y cómo se armó de acuerdo a sus protagonistas. “Los hechos” cuenta lo que ocurrió en el hecho y brinda precisiones sobre la manera de ejecutar el plan denunciado. “Los documentos” es una reproducción de las pruebas documentales que le permitieron a Verbitsky recabar datos para la investigación.
En el primer capítulo, titulado “La botella de champagne”, se explaya el comienzo del enfrentamiento entre la izquierda y la derecha peronista. El título hace referencia a una presión de burbujas que no podía aguantarse y que luego explotaría. Ezeiza fue su campo de batalla.
Luego, se cuenta la forma en la cual se desarrolló la entrada y la influencia de Isabel Martínez y José López Rega en la vida de Juan Domingo Perón, mientras estaba exiliado, con las consecuencias que tendría después para el desencadenamiento de políticas de determinado corte en años posteriores en Argentina.
El título “El brigadier discreto” hace referencia a Héctor Frutario, y gracias a él adquiere esa denominación. Allí, explica el autor la complicidad de Futario mediante su silencio sobre la ineficiencia que había detectado en el plan de Osinde.
Además, en esta parte del texto se habla sobre los que organizaron la llegada del movimiento peronista hacía Ezeiza. Las personas a las cuales se menciona son José Rucci, Lorenzo Miguel, Juan Manuel Abal Medina, Norma Kennedy y Jorge Manuel Osinde. En la cartilla, estaban las directivas centrales de lo que se esperaba que ocurriese aquel 20 de junio.
Otra de las aristas en las cuales hace hincapié Verbitsky en su relato es sobre el origen de las armas que fueron utilizadas por los guardias de Osinde en el día del acto. Sobre este tema, se especifica quienes y cómo se consiguieron, dando nombre y apellido de todos los involucrados.
Viva Argentina!!!! y viva el libro!!! me gusto mucho!!